Pentecostés: Papa León XIV llama a derribar muros y abrazar el amor

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En un emotivo mensaje durante la misa de Pentecostés, el Papa León XIV instó a los fieles a superar las barreras del egoísmo y la división, abriendo sus corazones al amor y la unidad. El pontífice, en una Plaza de San Pedro repleta, destacó la importancia de la acción transformadora del Espíritu Santo para construir un mundo sin muros ni exclusiones.

Un llamado a la apertura y la inclusión

El Papa León XIV enfatizó que el Espíritu Santo derriba las fronteras internas, las barreras en nuestras relaciones y los muros entre los pueblos. Advirtió sobre los peligros del individualismo en un mundo hiperconectado, donde la soledad y el aislamiento persisten a pesar de la abundancia de comunicación digital. "Es triste observar cómo en un mundo hiperconectado, millones permanecen solos y desorientados", reflexionó.

El pontífice también alertó sobre los riesgos de los nacionalismos políticos, que "alejan del prójimo" y alimentan el prejuicio. Subrayó que "donde hay amor no hay espacio para las distancias de seguridad" ni para "los muros" que aíslan a los pueblos.

El Espíritu Santo: fuerza transformadora

Inspirado en el relato de los Hechos de los Apóstoles, el Papa León XIV recordó cómo el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles en el cenáculo, impulsándolos a abrir fronteras y derribar barreras. "La Iglesia debe llegar a ser siempre nuevamente lo que ya es: debe abrir las fronteras entre los pueblos y derribar las barreras entre las clases y las razas", insistió.

Un mensaje de paz en tiempos turbulentos

En un contexto geopolítico tenso, el Papa León XIV pidió a los líderes mundiales "el valor de realizar gestos de distensión y diálogo". Invocó el "don de la paz" y rogó que este se arraigue "ante todo en los corazones: solo un corazón pacífico puede difundir la paz en la familia, en la sociedad, en las relaciones internacionales".

Finalmente, el pontífice expresó su dolor por los casos de violencia de género, afirmando que "una relación se intoxica por la voluntad de dominar al otro, una actitud que frecuentemente desemboca en violencia".