Adiós a Ángel Mahler: Legado Imborrable en el Teatro Musical Argentino
El mundo del espectáculo argentino está de luto. Ángel Mahler, figura clave del teatro musical y co-creador del icónico "Drácula, el musical", falleció a los 64 años tras una valiente batalla contra un melanoma metastásico. Su partida deja un vacío irremplazable en la cultura del país.
Un Legado Musical Inigualable
Mahler, junto a José "Pepito" Cibrián Campoy, formó una dupla creativa que revolucionó el género musical en Argentina. Su obra maestra, "Drácula, el musical", estrenada en 1991, conquistó corazones y récords de taquilla, superando los tres millones de espectadores y trascendiendo fronteras hasta llegar a escenarios de Latinoamérica y España.
Cecilia Milone, quien interpretó a Mina en "Drácula", compartió un emotivo mensaje de despedida, recordando el impacto que Mahler tuvo en su carrera y en su personaje. "Te despedimos las dos. Mina, y yo. Para las dos, significaste demasiado", expresó Milone, evocando el día en que le confió a Mahler su decisión de despedirse del personaje.
Más Allá de Drácula: Una Trayectoria Brillante
La creatividad de Mahler no se limitó a "Drácula". A lo largo de su prolífica carrera, compuso la música de más de 30 comedias musicales, películas, obras infantiles y sinfónicas, dejando su sello distintivo en cada proyecto. Entre sus títulos más destacados se encuentran "El jorobado de París", "Las mil y una noches", "Dorian Gray" y "Excalibur".
Su talento también se extendió a la banda de rock sinfónico Espíritu y a la creación de arreglos para televisión, cine y espectáculos infantiles. Además, Mahler desempeñó un papel importante como funcionario público, impulsando la cultura desde diferentes ámbitos.
La partida de Ángel Mahler representa una gran pérdida para el arte argentino. Su música y su pasión por el teatro musical permanecerán vivas en la memoria de quienes lo conocieron y admiraron. Su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas.
Se fue en paz, acompañado por el amor de su familia, después de haber dado una batalla intensa, con lucidez, dignidad y entereza.